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El dolor emocional en pandemia

El sufrimiento psíquico desorganiza, altera funciones como el pensamiento, la percepción, la imaginación y, sobre todo, la capacidad para disfrutar las cosas de la vida. Establece una dificultad notoria para amar, trabajar o crear, y para tener un buen rendimiento en lo que se haga. 

Desde hace poco más de un año padecemos la pandemia, y esto no sólo nos limita e inquieta en lo inmediato y cotidiano, sino que además despliega todo tipo de fantasías catastróficas acerca del porvenir. Nos genera incertidumbre, inestabilidad, no solamente por la posibilidad de enfermar sino también por los cambios que obligadamente tuvimos que hacer. Esta “normalidad” “anormal” que sostenidamente nos apremia es sin duda alguna un estresor más que suficiente para enfermarnos, aunque no sea por covid. 

El despliegue de emociones que se produce afecta nuestro carácter, dificulta nuestra comunicación con los otros, genera asperezas en la convivencia; de ahí que tantas parejas y familias hayan entrado en profundas crisis durante esta calamidad mundial. Por eso, frente al agobio que nos ofrece el afuera, sería bueno apelar a los aspectos más espirituales de cada uno, para el bien propio y el de nuestros seres queridos. Me refiero a la templanza, a la empatía, a la comprensión, y en el caso de sentir que no se puede, pedir ayuda para poder encontrar nuevas perspectivas.                                                        

Graciela Surace

Psicóloga – 30 años de experiencia

15 6008 1961 / 4503 2527

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