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Graciela Heredia, de Villa Devoto a Singapur

Desde los nueve años, Graciela comenzó a nadar en el Ateneo Félix Marino • La natación, para ella, es un estilo de vida.

Graciela Heredia, una vecina de toda la vida de Villa Devoto, nos representa en Singapur en el Campeonato Mundial de Natación Máster. Su historia, cargada de emoción y resiliencia, fue compartida en una entrevista para el programa @devotostream.


Graciela Heredia, una vecina de toda la vida de Villa Devoto, nos representa en Singapur en el Campeonato Mundial de Natación Máster.

Desde los nueve años, Graciela comenzó a nadar en el Círculo de Obreros Católicos, inspirada por su madre que quería que su hija aprendiera un deporte para la vida. A los 15, tomó las riendas y se convirtió en entrenadora, una labor que ejerció hasta los 23. La natación, para ella, es mucho más que un deporte; es un estilo de vida, una disciplina que le da objetivos claros y la mantiene activa. A los 45, se convirtió en nadadora federada, dándole un giro formal a su pasión.

Su viaje a Singapur fue una verdadera odisea. Un trasplante de médula ósea la hizo inmunocomprometida, impidiéndole recibir la vacuna contra la fiebre amarilla, requisito para entrar a Singapur desde Sudamérica. La solución fue pasar seis días en cuarentena en Bangkok, para luego unirse a la competencia. A sus 60 años, compitió en la categoría de +60, en pruebas como los 200 y 400 metros combinados, 100 y 200 metros espalda y 200 metros mariposa.

Graciela nos recuerda que el nado máster no tiene subsidios. Los atletas cubren todos sus gastos, desde el entrenamiento hasta el viaje, y por ello siempre busca sponsors. Con su historia, Graciela no solo representa a Argentina, sino también el espíritu devotense: la pasión, la dedicación y el valor de ir tras los sueños, sin importar la edad.

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