El tema fue uno de los tópicos de campaña • Después de su triunfo, el Jefe de Gobierno electo tuvo escasas menciones al asunto, y hay expectativa.
La cuestión del Código Urbanístico atravesó toda la campaña en la Ciudad de Buenos Aires y podría decirse que provocó una de las novedades más fuertes. Es que después de sostener una férrea defensa por parte de la actual gestión de Horacio Rodríguez Larreta y Álvaro García Resta de la reforma que habían impulsado, el oficialismo viró y pasó, de forma unánime, a aceptar la necesidad de cambios. Pasada la propia PASO con Martín Lousteau, Jorge Macri mantuvo la postura y no escapó al tema en el debate preelectoral con Leandro Santoro, al igual que el cabeza de lista de legisladores, Facundo del Gaiso.
Coronado el triunfo del oficialismo, la pelota está ahora de su lado y se aguardan las primeras señales. Una de ellas podría venir desde la composición del área de Desarrollo Urbano en la gestión a iniciarse en diciembre. También habrá que mirar el resultado nacional para definir cómo quedarán compuestos los bloques en la Legislatura, ya que cualquier modificación se dará desde esa vía.
El Jefe de Gobierno electo, desde que se confirmó su triunfo producto de la deserción de Santoro a competir en la segunda vuelta, mantiene un bajo perfil. En la noche del 22 de octubre, sin profundizar, había prometido “mirar con lupa la necesidad de cada vecino, de cada barrio, de cada manzana, y de cada cuadra” y “cuidar la identidad”.
Por ello es que la última vez que se lo escuchó referirse con claridad al tema del Código Urbanístico fue en la última quincena de campaña, en medio de una reunión con miembros de la Sociedad Central de Arquitectos (SCA). En esta cumbre, a mediados de octubre, Jorge Macri había indicado que “uno de los defectos que tiene el Código actual es que tiene una mirada muy generalista, desde mi punto de vista”.
Asimismo, destacó que todos los candidatos habían coincidido en el debate con la necesidad de reformarlo. Lo que le valió de esperanza para “que nos podamos poner de acuerdo en algunas líneas rectoras”. “El mundo está yendo a movilidades individuales distintas a las que conocimos hasta ahora, y esto también tiene que ser parte del análisis”, expresó asimismo en dicha reunión, aunque todavía no hay grandes esbozos de por dónde quisiera llevar a cabo su reforma. En declaraciones de campaña a Clarín, de todos modos, había adelantado que su interés en “mantener la morfología que tradicionalmente tiene cada barrio; proteger su personalidad, y su propio ADN”. “El desarrollo y la identidad no son incompatibles”, fue otra definición señalada por el actual Ministro de Gobierno.
Desde la Interbarrrial formada en rechazo al Código Urbanístico sostuvieron sus protestas callejeras hasta el final de la campaña. Para este colectivo, “si Jorge Macri no hizo nada hasta ahora para reformar la norma, es porque no tiene interés en hacerlo”. Y destacaron que tampoco se avanzó desde la Ciudad con una suspensión temporal a los nuevos permisos de obra hasta que no esté definida la cuestión de fondo. De todos modos, esta postura no fue determinante a la hora del voto, ya que el resultado del oficialismo estuvo, en la Comuna 11, a tono con los registros históricos.