El juez Guillermo Scheibler hizo lugar a un amparo presentado por agrupaciones vecinales y la declaró inconstitucional. El GCBA apelará el fallo.
El pasado 24 de febrero, la justicia porteña dio un giro inesperado en la historia del Distrito del Vino, un proyecto que busca posicionar a la industria vitivinícola, de forma nacional e internacional, entendiendo a la Ciudad de Buenos Aires como vidriera de país productor.
Un fallo del juez en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 13, Guillermo Scheibler, declaró la nulidad de la Ley N° 6.447, que había creado el Distrito, por considerar que violaba la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La decisión judicial se basa en dos argumentos técnicos principales. En primer lugar, el juez Scheibler entendió que para la sanción de la ley 6447 debió seguirse el procedimiento de doble lectura previsto en el art. 89 y regulado en el art. 90 de la CCABA.
En segundo lugar, el fallo argumenta que la ley no convocó a una audiencia pública, un requisito legal para proyectos que impliquen excepciones a ˝regímenes generales” y sobre “materia ambiental”.
Voces a favor y en contra
Los impulsores del Distrito del Vino, entre ellos el Gobierno de la Ciudad, expresaron su decepción por el fallo judicial. Argumentan que el proyecto era una oportunidad para generar desarrollo económico y turístico en la zona, además de crear nuevos empleos. Las empresas vitivinícolas que habían expresado su interés en el proyecto se encuentran expectantes a la espera de una definición.
Por su parte, las organizaciones vecinales que se oponían al proyecto y el partido Unidad Popular celebraron la decisión judicial, alegando que el Distrito del Vino iba a generar problemas de tránsito, ruido y contaminación.
Un futuro incierto
El fallo judicial dejó en suspenso el futuro del Distrito del Vino. Desde el Ministerio de Desarrollo Económico que conduce Roberto García Moritán confirmaron a “La Nación” que el fallo no quedó firme y no detiene al Distrito del Vino y consideraron que “ al tratarse de una Ley de fomento no requiere otros procedimientos distintos a los que efectivamente se llevaron a cabo”. Por último agregaron: “Consideramos que no existen violaciones en materia ambiental, ni se produjeron cambios en el tejido urbano, como aduce la actora en la causa judicial, por lo que no se encuentra afectado un derecho colectivo”. Si la Cámara confirma el fallo, la ley quedará definitivamente anulada y el proyecto no podrá avanzar.
Más allá del Distrito
El caso del Distrito del Vino pone de relieve la importancia de la participación ciudadana en los procesos de planificación urbana. La decisión judicial es un reconocimiento para las agrupaciones vecinales que se movilizaron objetando el procedimiento de la sanción de la ley. El fallo, además, genera un precedente importante para futuros proyectos urbanísticos y, de confirmarse, podría sentar jurisprudencia para objetar otras leyes sancionadas en la Ciudad de Buenos Aires.
El debate continúa
Más allá del fallo judicial, el debate sobre el Distrito del Vino continúa. Algunos sectores sostienen que la ciudad necesita un espacio dedicado a la cultura del vino, producto argentino de relevancia internacional, y que este proyecto le sumaba a la zona un distintivo turístico-comercial de prestigio y único en la Ciudad. Otros argumentan que el proyecto no era adecuado para la zona elegida. El futuro del Distrito del Vino es incierto, pero la decisión judicial ha abierto un nuevo capítulo en la batalla por la planificación urbana en Buenos Aires.