Estos jóvenes empezaron haciendo viajes solidarios y cada semana, brindan alimento a personas necesitadas de la zona de la Estación de Villa del Parque.
En tiempos de crisis, los actos solidarios valen el doble. Y mucho más cuando son sostenidos por vecinos comunes, sin sostenes de estructuras u organizaciones grandes, convirtiendo todo en un esfuerzo a pulmón y desinteresado. Algo así sucede en Villa del Parque, donde un grupo originario de exalumnos de una tradicional escuela devotense, luego ampliado, se propuso atender a los más necesitados. Son “Más allá”, como se denominan, y se definen como “el cambio que querés ver”.
Todo nació en los viajes que hicieron siendo alumnos de la Escuela del Mirador, allá por 2015, al Chaco. “Me marcaron mucho emocionalmente. Ir, contactar con la gente, conocer también otras realidades, otros lugares y otras personas con otras dinámicas y demás, pero fundamentalmente, dar una mano. Y fue ahí cuando, me picó el bichito de decir, “podemos hacer algo”, relata Fede García, uno de estos jóvenes que cada semana se acerca a dar de comer a los más necesitados en suelo de Villa del Parque.
Con esa idea de “dar una mano sin esperar ningún interés”, el protagonista en cuestión reunió a un grupo de amigos en 2019, y realizaron un nuevo viaje a Chaco, ya parados desde esta propuesta. “Éramos poquitos, a veces tres, a veces cuatro, a veces quedaba yo solo. Y vino la pandemia y obviamente no nos permitió viajar. Entonces ahí nos juntamos y dijimos: “Tenemos las ganas, la gente, y no hace falta viajar 1000 kilómetros para dar una mano. Hay necesidades acá a la vuelta de la esquina””, continúa en su relato. Allí nació entonces la red de viandas que trabaja desde ese entonces con merenderos, comedores y otros centros de ayuda, preparando la comida y repartiéndola.
Durante todo el tiempo de pandemia, estos jóvenes llegaron a armar 6 mil porciones de comida. Luego regresaron los viajes a Chaco, donde periódicamente llevan asistencia material, sanitaria y sociocultural, y el grupo se hizo más grande. En paralelo, pasaron al formato de “olla solidaria”, y cada domingo se encargan de cocinar y repartir ellos mismos entre 70 y 90 viandas a las familias de la zona de la estación de Villa del Parque.
“Lo que buscamos con las viandas es no solamente dar una asistencia alimenticia, sino aprovecharla como un puente, que pueda romper la barrera de confianza y a través de la escucha activa, sin prejuicio, que intentamos darle, que las personas puedan descargarse, reflexionar e recibir una asistencia más integral dentro de nuestras posibilidades. Así, por ejemplo, si tenemos alguna persona que está en consumo y que no sabe qué hacer, intentamos hacer una gestión, o si está buscando trabajo y no sabe cómo hacer un CV o si no tiene DNI, por ejemplo. Pero siempre desde lo que la persona sabe que necesita. Intentamos ser muy prudentes y no hacer lo que creemos que el otro necesita, sino que trabajamos la construcción de la necesidad”, relata Fede.
“Notamos que se va sumando gente. Obviamente que es parte de la realidad económica pero también porque nos van conociendo, por el boca a boca. Saben que llueve, truene o lo que sea, no fallamos, estamos acá, y nos esperan”, señala el entrevistado. Y al mismo tiempo, reconoce: “Es gratificante por un lado saber que estamos dando una mano real, cierta y grande. Sin ayuda, y sin otro interés de ayudar. Pero a veces nos topamos con realidades muy fuertes desde lo emotivo y nos afecta”.
A esto se suman las campañas puntuales, para eventos como el Día del Niño, o las actividades para buscar donaciones y recursos financieros. Y el anhelo de dar apoyo escolar, la próxima iniciativa en mente de estos jóvenes. Desde lo legal, el siguiente paso será conformar la Asociación Civil, que les daría un estatus legal para relacionarse con otras organizaciones y con el Estado, accediendo a beneficios y seguir consolidándose como organización.
Para contactarse lo pueden hacer a través de su instagram @masallaorg