Durante los últimos años en las escuelas es frecuente escuchar a los docentes afirmar que se han incrementado notablemente los casos de niños y niñas que padecen TDAH, alteración también conocida como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
El TDAH, es una condición que padecen las personas que presentan disfunciones ejecutivas producto de que sus Lóbulos Pre frontales, se encuentran como “dormidos”. Las funciones ejecutivas, son aquellas que nos hacen “humanos”. Por ejemplo, la introspección, el diálogo interno, la planificación, la organización, el uso del tiempo, etc.
Se trata de una alteración neurobiológica, que es muy común en las aulas y que suele ser detectada desde el nivel inicial. Los estudiantes que la padecen no suelen presentar dificultades intelectuales, sin embargo la falta de atención, de concentración y en muchos casos, la manifestación de cuadros de irritabilidad e hiperactividad, reducen las posibilidades de éxito en sus aprendizajes. Los cuadros más severos manifiestan además problemas en la memoria y dificultades para inhibir lo que están realizando y comenzar nuevas actividades.
En muchas ocasiones, estudiantes con esta problemática no son diagnosticados a tiempo o bien, debido a que se trata de casos muy leves, atraviesan su escolaridad sin ser detectados y suelen llegar a adultos y comenzar a cuestionarse algunas de sus conductas. Por ejemplo:
• Tienen dificultades para organizar sus tiempos y actividades.
• Les cuesta mucho concentrarse para ver una película o leer un libro.
• Se olvidan de muchas las cosas.
• Se les dificulta finalizar tareas.
• Presentan problemas en las relaciones con sus parejas, hijos y compañeros de trabajo.
• Familiares y compañeros suelen tildarlos de irresponsables o desordenados.
Créase o no, pero es muy probable que estas personas padezcan de TDA desde niños, y en estos casos particularmente, a la sigla del trastorno, habría que agregarle una nueva letra “A”. Trastorno por Deficit de Atención del Adulto.
El TDAH no es una enfermedad, por lo que no tiene cura, sin embargo, los niños y niñas experimentan cierta mejoría en sus conductas a partir de la adolescencia y aprenden a convivir con las características antes enunciadas, en una sociedad que les suele ser hostil.
Lic. Esp. Guillermo Vuelta
Rep. Legal Colegio Nuestra Señora de la Misericordia, Devoto