La histórica casa del astro del fútbol mundial no tuvo oferentes y su subasta quedó desierta – Historias de una propiedad emblemática del barrio.
La propiedad ubicada en José Luis Cantilo 4575 (entre Marcos Paz y Benito Juárez) de Villa Devoto, y que tenía una base de 900 mil dólares, finalmente quedó desierta en la subasta internacional realizada el domingo 19 de diciembre de forma online por el Grupo Adrián Mercado. Lo mismo ocurrió con un departamento de dos ambientes en Mar del Plata, dos BMW y un multiplaza Hyundai.
Sólo alguien como el inmortal astro del fútbol, pudo lograr que a un día del cierre de las inscripciones, haya más de 3.000 registrados que pujaron por la adquisición de dos propiedades, autos de lujo y otras perlitas que pertenecieron al 10, por medio de una subasta online sin precedentes según informaron la empresa organizadora.
Los motivos por los cuales no hubo ofertas por los bienes de Maradona más valiosos no están del todo claros, aunque se puede suponer que los conflictos judiciales que giran en torno a la heredad de la familia y sus representantes crean un marco de desconfianza para los posibles inversores.
LA LLEGADA A DEVOTO
Maradona adquirió ese chalet en 1981 cuando jugaba en Boca Juniors y todavía era representado por su primer agente Jorge Cyterszpiler, quien también recomendó comprarla. Uno de los motivos era que se transformaría en el domicilio de sus padres, doña Tota y don Diego, que la habitaron hasta que ambos fallecieron.
Desde la muerte de sus padres, la propiedad estuvo al cuidado de sus hermanas y solamente la usaban para reunirse en cumpleaños, eventos especiales o para usar la pileta en verano, aunque todo esto terminó en abril de este año cuando la justicia determinó que la casa le correspondía a los herederos, por lo que, después de pasar un domingo de pascuas como despedida, la familia comenzó la mudanza y el traslado de diferentes objetos.
Pero si de “secretos” se habla, hay que destacar un par de cuestiones: la casa pasó por un incendio que la liquidó en 2014. “No quedó nada”, dijeron desde el entorno del Diez en aquel entonces. Entre esos elementos perdidos se encontraba el Balón de Oro honorífico que France Football le entregó a Diego en 1995, premio que el astro quiso recuperarlo momentos antes de su muerte: se lo pidió a la revista francesa a cambio de que ellos le hagan una entrevista.
Además, la propiedad tenía piezas que podían ser auténticas de un museo, como una mesa que doña Tota le había pedido a Maradona y que, según confesó el propio Diego “valía una fortuna”. Esa propiedad también fue testigo de comidas del astro con invitados de lujo. Por allí pasaron jugadores, técnicos, periodistas y deportistas de todo el mundo. Incluso es muy recordado un reportaje que le realizó en esa propiedad Gary Lineker, el goleador inglés que lo enfrentó en el partido de cuartos de final de México 1986. Allí Maradona lo recibe a almorzar y mantienen una conversación amistosa que todavía hoy se puede encontrar en Youtube.