La creación del penal marcó un antes y un después para Devoto • Su locación cercana a áreas residenciales generó tensiones que persisten hasta hoy.
A comienzos de abril, en la Asociación de Fomento de Villa Devoto, alrededor de 40 vecinos y vecinas se reunieron para escuchar una charla ofrecida por Norberto Malaguti (foto), presidente de la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto. En esta exposición, Malaguti desentrañó los orígenes de uno de los edificios más icónicos y controvertidos del barrio: la Cárcel de Encausados, hoy conocida como la Cárcel de Villa Devoto.

La historia detrás de este penal, inaugurado en 1927, está marcada por decisiones políticas, disputas urbanísticas y un contexto social que parece repetirse en el tiempo. Casi como una ironía del destino, el fenómeno de superpoblación en las alcaldías —un problema que también hoy afecta a la Ciudad de Buenos Aires— fue el principal detonante para su construcción hace más de un siglo.
Proyectos frustrados
Malaguti señaló que: “A finales del siglo XIX, Buenos Aires enfrentaba un aumento significativo en delitos menores como prostitución, vagancia y juego clandestino. Las alcaldías estaban desbordadas, lo que llevó a plantear la necesidad urgente de crear nuevos centros carcelarios. Con la federalización de Buenos Aires en 1880 y la incorporación de los partidos de San José de Flores y Belgrano en 1887, se comenzaron a considerar terrenos periféricos para construir estos establecimientos˝.
˝Entre los proyectos iniciales se proponía una cárcel cerca del Cementerio del Sur. Sin embargo, esta iniciativa nunca prosperó. Más tarde, en 1887, Francisco Tamburini sugirió construir un penal en los terrenos cercanos al Cementerio de la Recoleta y otros edificios públicos; nuevamente, la propuesta fue descartada. El proyecto más ambicioso fue la denominada Cárcel del Parque, diseñada por Juan Antonio Buschiazzo y Juan Carlos Buschiazzo en 1911. Este penal habría estado ubicado entre las calles Tinogasta, Zamudio, Tres Cruces (hoy Francisco Beiró) y Avenida San Martín, cerca del Hospital Tornú y el Cementerio del Oeste. Aunque recibió apoyo mediático y oficial, la negativa de la Escuela de Agronomía a ceder terrenos esenciales para su construcción hizo que el proyecto fracasara definitivamente˝, comentó a los asistentes Malaguti.
La Cárcel llega al barrio
“La frustración acumulada por estos intentos fallidos llevó a buscar alternativas más viables. En este contexto surgió un terreno donado por la familia Visillac—una tradicional familia del partido de San José de Flores—con el objetivo inicial de construir un hospital. Sin embargo, en abril de 1923, mediante un decreto oficial, se decidió destinar estas cinco hectáreas al establecimiento de una cárcel. La razón principal fue la crítica situación generada por la superpoblación en las alcaldías porteñas”.
“La construcción avanzó rápidamente y culminó con la inauguración del penal en 1927 bajo la jurisdicción del Servicio de Alcaldías dependiente de la Policía Federal. Más tarde, en 1957, pasó al ámbito del Ministerio del Interior y comenzó a alojar delincuentes comunes, lo que incrementó su impacto negativo sobre el entorno residencial del barrio˝.

Casi como una ironía del destino, el fenómeno de superpoblación en las alcaldías -un problema que también hoy afecta a la Ciudad- fue un detonante para su construcción en Devoto.
“La instalación del penal marcó un antes y un después para Villa Devoto. Hasta principios del siglo XX, esta zona estaba dominada por quintas agrícolas y hornos ladrilleros; con la llegada del Palacio de Aguas Corrientes y las redes sanitarias, comenzó su urbanización hacia el sur. Sin embargo, la presencia de una cárcel tan cercana a áreas residenciales generó tensiones que persisten hasta hoy”, culminó asegurando el historiador local.