Estamos entrando en el último tramo de año, está llegando el verano y el calor nos invita la cambio de calzado, llega el momento de usar sandalias u ojotas, y la podóloga Angelica Walter nos comparte estos datos para tener en cuenta para su buen uso y consecuencias de su abuso.
Su buen uso está asociado al verano (playa, piletas, etc) se usan también como prevención en piscinas, vestuarios, gimnasios duchas públicas, ya que en lugares compartidos podemos contagiarnos de papilomas( verrugas) hongos en zona interdigital (pie de atleta), este tipo de calzado son cómodos, livianos y prácticas, tanto es así que hacemos grandes caminatas sin tener en cuenta las consecuencias que pueden provocar.
• Inestabilidad al caminar (poca sujeción de los pies) con posibilidad de sufrir esguince de tobillo.
• Fascitis plantar (dolor e inflamación de la fascia plantar por tensión). La marcha se modifica al modificar la forma de caminar al dar pasos más cortos, de esta manera se altera la musculatura de las piernas.
• Grietas talares, estás se generan no solo por el chancleteo( golpe de la chinela con el talón) también el andar descalzos.
La atención en el consultorio sigue siendo con protocolo.
Angélica Walter, Podóloga UBA
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