Devoto Magazine
El Dermaplaning es un tratamiento estético con acción exfoliante que consiste en la utilización de un bisturí para raspar suavemente la capa superior de la piel constituida por células muertas, con el fin de dejar la piel brillante y suave. Es un procedimiento que permite eliminar todas las células muertas de la piel y también el vello facial, dejando la superficie muy suave, favoreciendo también una mayor penetración de los productos para la piel y creando un lienzo perfecto para que el maquillaje se deslice suavemente.
El procedimiento es realizado por un médico o un esteticista, quien desliza delicadamente un bisturí especial sobre la piel. La cuchilla roza la superficie cutánea eliminando las células muertas, la suciedad y el vello del rostro. El resultado es una piel luminosa y muy lisa.
Inmediatamente después del tratamiento, podría aparecer un leve enrojecimiento durante una o dos horas, pero el procedimiento es generalmente bien tolerado y los pacientes pueden retomar inmediatamente sus actividades cotidianas.
Por tanto, el dermaplaning es un tratamiento ideal para mujeres que desean eliminar el vello y mejorar la estructura de la piel, haciendo que esté suave y sedosa. También estimula la renovación epidérmica y la síntesis de colágeno, mejorando el aspecto general de la piel y ayudando a convertir las arrugas sutiles menos evidentes.
El dermaplaning puede ser un método de exfoliación pensado para personas que tengan problemas de rosácea, piel sensible o alergias que impidan el uso de tratamientos exfoliantes más agresivos (como los peeling químicos).
Durante el procedimiento, el paciente no siente dolor, como mucho una ligera molestia. La duración varía entre unos 20 y 30 minutos. Al finalizar, el especialista aplicará un producto hidratante anti enrojecimiento sobre la piel (emoliente o humectante), posiblemente seguido de un protector solar SPF30+.
También le indicará al paciente los cuidados a tener tras el tratamiento de dermaplaning.
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